Durante la guerra civil española la transmisión de las ideas tanto del bando nacional como del republicano se llevó a cabo a través de diversos medios: prensa, radio, arte, cine, carteles, poesía, canciones, documentales... En cada una de las entradas de este blog analizaremos algunos de estos aspectos, y cómo fueron tratados por cada uno de los bandos para la difusión de sus ideas.

La cultura al servicio de la guerra.

martes, 23 de noviembre de 2010

SANTOS YUBERO: Crónica fotográfica de medio siglo de vida española

El espectáculo de la vedette Celia Gámez en el Teatro Pavón, la construcción de los nuevos ministerios con medidas de seguridad inexistentes, la celebración popular tras el triunfo del Frente popular, la impresión de carteles de Acción Popular, el cadáver de Calvo Sotelo (13 de Julio de 1936), el campesino con su hoz y martillo, la propaganda electoral de la CEDA en la Puerta del Sol, las carreras de camareros, los niños bañándose en el Manzanares, la casa de trabajadores ciegos, el estadio de fútbol, la plaza de toros, el mitin anarquista en el cine Monumental, la cárcel modelo de Madrid, el comedor falangista de Auxilio Social, el desfile tras la victoria de Franco (19 de Mayo de 1939)...

Niños saludando desde La Cibeles, que había permanecido cubierta durante los días de la Guerra Civil por el ejército republicano (29 de marzo de 1939)


Cuerpo abatido del ministro de Hacienda, Calvo Sotelo, durante la Dictadura de Primo de Rivera. 

EL MARTILLO Y LA HOZ. Campesino extremeño en el verano de 1936

 

Martín Santos Yubero (1903-1994) y sus fotografías hicieron un gran favor a la memoria de todos los españoles. La Sala Alcalá 31 recoge hasta el próximo 16 de Enero una exposición compuesta por 160 fotografías que muestran una crónica de la vida madrileña desde el inicio de la dictadura de Primo de Rivera hasta los últimos años del franquismo (1925-1975).

El fotoperiodista madrileño nunca se decantó políticamente lo que le permitió cubrir todos los eventos y colaborar en medios de distinta ideología (“La Nación”, “Ahora”, “ABC”, “Estampa”, “La Tierra”, “Ya”, “Luz”...). Desde los enfoques magistrales de Santos Yubero y su falta de reparos para fotografiar todo lo posible, podemos palpar y sentir el ambiente de Madrid con sus escenas costumbristas e institucionales, su política, su cultura, sus deportes y su evolución.

Animamos a todos a visitar la exposición, la entrada es gratuita y las fotografías se quedarán grabadas en vuestra memoria. Eso sí, ir con tiempo si optáis por visitarla un finde semana pues son muy estrictos con el horario de cierre ;)

Dos bandos, dos documentales

El número de documentales producidos por el bando franquista es mucho menor que los producidos por el bando republicano. Estos documentales servían de propaganda de manera que cada bando utilizaba unos recursos específicos para contar situaciones, describir personajes y manipular así el punto de vista del espectador.


"LA ESPAÑA HEROICA"

El documental franquista “La España Heroica”, subtitulado “Estampas de la Guerra Civil Española” es una producción hispano-alemana, codirigida en 1939 por Mauch, Laven y Joaquín Reig-Gozalbes. En los 51 últimos minutos del documental, los minutos que hablan de los años 1936-1939, predominan las largas secuencias de bombardeos, tiroteos, paisajes de ciudades, ruinas y desfiles en las que, de vez en cuando, irrumpe alguna frase en off con un tono masculino, rotundo y determinante, propio de un militar.

El optar por las imágenes sin voces es un modo de manipulación. Se pretende con ello transmitir un mayor realismo pues de la imagen nadie puede dudar. Se busca así llamar la atención con la música, los sonidos (el ritmo de la metralleta, de las bombas) y sus golpes de efecto que impactan al espectador.

El documental cubre todos los movimientos y actividades de las tropas franquistas en el frente desde la conquista del Alcázar de Toledo (Septiembre 1936), pasando por la de Málaga, Bilbao y Cantabria hasta la toma de Asturias (Octubre 1937). De esta forma, toma relevancia el poder militar enorgulleciéndose de sus armas, de su infantería, de sus fuerzas navales y aéreas, de sus ingenieros, de sus banderas, de la organización geométrica de los desfiles militares, las manifestaciones en las ciudades tras las victorias...que aparecen reiterativamente a lo largo de las escenas.



El tema bajo el cual se articula todo el documental es la reconstrucción de España, el liberar las tierras de sus enemigos “los marxistas” y la exaltación de la patria. El enemigo no es plural como ocurre en los documentales republicanos sino un solo y uniforme: los rojos.

Frases durante la toma de Toledo como “Sigue siendo de España, cada vez más de España” identifican a la España sublevada como la única y verdadera queriendo expresar así que la patria es suya. Además, con frases como “la aviación marxista ataca de nuevo” o “todos los puentes de Bilbao fueron derrotados por los separatistas” se presentan a los enemigos como los atacantes, los destructivos y peligrosos. Un ejemplo de esta manipulación ocurre cuando se atribuye la destrucción de “Guernica” a los propios vascos manifestando que había bidones de Gasolina enfrente de la Iglesia.

Incluso para manipular nuestra visión del bando contrario se introducen imágenes con un tratamiento irónico como una calavera con gorro de soldado y la estrella de cinco puntas, símbolo de los socialistas. Asimismo se incluyen acontecimientos de los republicanos como el recibimiento de las milicias alemanas antifascistas o el apoyo que recibieron del PSU (Partido Socialista Unificado de Alemania) mostrándolos desde una óptica ridiculizante: un soldado que se ha quitado el casco, otro con gafas, un general con un ojo destrozado, otro distraído con una mujer, unos charlando y otros compartiendo cigarrillos; destacando de esta manera su falta de fuerza, de orden y de sacrificio por la causa.



Desde un primer momento toma protagonismo el General Franco como el salvador de España (“El generalísimo libera a los héroes”), resaltando su valentía, su poder y su eficacia en la reconstrucción de lo destruido. Por ejemplo, con esta frase “duros enfrentamientos entre las Fuerzas de Franco y las columnas internacionales” se pone de manifiesto el alto nivel en el que sitúan las fuerzas nacionales. Las imágenes de los inmensos paisajes también se utilizan para explicar la difícil tarea que tienen las tropas para luchar en esas “terribles cimas” (alguna denominada “Cinturón de Hierro”) y liberar así a esas magníficas tierras españolas.

Por otra parte, el documental reserva un espacio a las actividades falangistas en la retaguardia como son el reparto de víveres, la asistencia a niños a mano de las mujeres en Auxilio Social (llamado en ocasiones “Auxilio del Infierno”) y el entrenamiento de las Organizaciones juveniles (“símbolo del porvenir”). Otra forma de manipular se consigue transmitiendo emotividad con, por ejemplo, los abrazos y risas de los militares cuando ganan batallas y con las imágenes humanitarias (rescatando a hombres entre los escombros, repartiendo víveres en las aldeas, las madres preocupadas con sus hijos en brazos...).

Además, con frecuencia aparecen símbolos religiosos, como el Santuario de Covadonga (dónde apareció “una tumba abierta y profanada”), que representan la defensa de la España católica y el ataque y la falta de respeto de los enemigos. Incluso una de las últimas imagenes es un plano general de un paisaje de España con una gran cruz y de fondo sonando el himno de Cara al Sol.

La parte final del documental está dedicada a un acto de homenaje a los caídos por España (Calvo Sotelo, José Antonio, Sanjurjo, Mola, Onésimo Redondo y Ruiz de Alda) presentándolos como héroes al servicio de España y destacando la labor del general Franco.



"CANCIONES PARA DESPUÉS DE UNA GUERRA"

Eran canciones para sobrevivir, canciones con calor, con ilusiones, con historia. Canciones para sobreponerse a la oscuridad, al vacío, al miedo. Canciones para tiempos de soledad. Se escuchaban una y mil veces de los mismos labios, las sabíamos, las vivíamos, las cantábamos. Eran canciones para ser cantadas directamente. Canciones para ayudarnos en la necesidad de soñar. En el esfuerzo de vivir.

“Canciones para después de una guerra” es un documental del director Basilio Martín Patino. Fue realizado de forma clandestina a principios de los años setenta e inmediatamente fue censurado. Se estrenó poco después de la muerte de Franco.

En el documental se juega con la ironía a través de la fusión de canciones que todos conocemos con fotografías, videos, carteles, periódicos o revistas. En varias ocasiones la crítica se hace cuando imagen y sonido se contradicen. Por ejemplo, la canción de La bien pagá suena acompañando imágenes de miseria, de hambre y penurias en la posguerra. Sin suda se critica al régimen y también a Auxilio Social. Los rostros de hambre de miles de españoles en fila para recibir un cuenco de leche o un trozo de pan se mezclan con los titulares de los periódicos y revistas: “La obra de Auxilio Social. Diecinueve millones de comidas han sido distribuidas en un mes en Madrid”.  


En relación con este tema aparece también Tengo una vaca lechera, junto con imágenes de la sequía, la nueva cartilla española de racionamiento, carteles en varios establecimientos anunciando “hay cubiertos” o “hay camas”, noticias de periódico con titulares como “Madrid sigue comiendo a 4,50” o “la tuberculosis es perfectamente curable” o anuncios sobre las restricciones en el consumo de gasolina. 


El documental hace referencia también en varias ocasiones a la situación de la mujer. Mientras ellas se dedican a las tareas del hogar, lavan en el río, cosen y cuidan de los hijos, suenan canciones en las que esperan que sus maridos vuelvan vivos de la batalla. Junto a la mujer, las niñas también deberán estar bien instruidas para el ejercicio de sus labores. Se proyectan imágenes de niñas en las escuelas y de los consejos que aparecían en los libros mientras escuchamos la canción:

-         Adiós amigas mías, me voy a retirar.
-         ¡Espérate un poquito, que vamos a jugar!
-         Por hoy me es imposible
-         ¿Pues qué tienes que hacer?
-         Lo que mi buena madre se sirva a disponer


Y por supuesto, además de estas críticas a la situación social, también se critica el régimen militar y al propio Franco. La canción Que se mueran los feos se acompaña de gente a la que la policía se lleva esposada y de tebeos que relatan esta misma situación. 


Durante la aparición de imágenes de anuncios de películas, bebidas, automóviles o salas de espectáculos, suena la canción Rascayú, cuando mueras que harás tú, que podría estar relacionada con Francisco Franco.  

Simbología: Carteles y Películas

Al contrastar carteles y películas nos encontramos con unas simbologías fijas defendidas por cada bando, y dentro del bando republicano también distinciones simbólicas entre anarquistas, comunistas, etc. Estos son algunos de los signos e ideas identificados en los diferentes carteles, y en distintas películas de la guerra civil:

España sublevada:

- Saludo fascista: Aunque no sea una película de la época, ni de carácter franquista, en “Requiem por un campesino” hay una escena en la que un militar obliga a todo el pueblo a realizar este saludo, y se identifica con claridad el símbolo, al igual que ocurre en el cartel.


- Glorificación de Franco. Aparece en más de 230 películas y es el personaje central de la producción fílmica de la época. Junto con otros generales destacados como Varela o Yagüe, es glorificado y mitificado en las películas del bando nacional. Este es el caso de la película ‘España Heroica’ en la que salen Franco y sus generales en un desfile multitudinario.





- Cruzadas: Idea de que la religión guía las acciones militares y la vida en general. El bando nacional se caracterizaba por su fe ciega y sus creencias religiosas entre otros aspectos. En la película falangista ‘Rojo y Negro’, ponen a la iglesia como una víctima de los republicanos, que les roban los conventos y secuestran a los frailes. Republicanos = enemigos de la iglesia.



España republicana:

-  Saludo comunista: El puño cerrado es un simbolismo que encontramos en un gran número de carteles del bando republicano. Por ejemplo en la película ‘Sin novedad en el Alcazar’ también encontramos una imagen de puños cerrados.



- Milicias: Muy expandidas en el bloque republicano, especialmente entre los anarquistas, con la idea de ‘luchar por la revolución’. Trabajadores de cualquier tipo, aunque no hubiesen tocado nunca un arma, luchaban por la revolución, sin una organización militar. Lo observamos en ‘Tierra y libertad’, en el enfrentamiento.



- Retirada de las mujeres a la retaguardia: Cuando las milicianas dejaron de ser útiles se propuso su retirada a la retaguardia como vimos en post anteriores, y como explican en la película ‘Libertarias’: “Es hora de abandonar el fusil por la máquina industrial y la energía por la dulzura que hay en cada mujer”. Básicamente quieren destinarlas a trabajar en la industria o atendiendo a los hombres en el fuerte.



El cine durante la guerra: Producciones Republicanas

 Durante la Guerra Civil, como es lógico, el cine se estanca, y por ejemplo géneros como el de ficción a penas se llevan a cabo. Empiezan a surgir más documentales o películas  ideologizadas entre los que encontramos tanto simples propagandas políticas para animar a los contendientes, como por otro lado películas de buena calidad. La industria cinematográfica se dividía entre Madrid y Barcelona que estaban bajo mando Republicano inicialmente por lo que abundan las películas de la España republicana especialmente las propagandísticas y los documentales. En cambio en el bando franquista destaca la escasez de películas, que tenían que realizarse en ciudades extranjeras.

El cine fue un arma fundamental en la retaguardia. En la España republicana tanto las salas de exhibición como las empresas cinematográficas fueron expropiadas a sus propietarios y se colectivizaron o incautaron para convertirlas en la pieza clave de la propaganda tanto del gobierno como de los sindicatos. Se produjeron películas que tenían como objetivo, a parte de ser fuente de ingresos, elevar la moral de los españoles y educarlos, pidiendo también así ayuda al resto del planeta. Tenían así dos frentes de acción: el de confirmar que la España nacional era de carácter fascista, y estaba aliado con Alemania e Italia, y también el de llamar la atención de las democracias europeas para alejarse de la “sovietización” que se les atribuía, y así poder evitar que las instituciones republicanas fueran desprestigiadas. Los republicanos no formaron un único aparato organizado, que controlase y censurase las distintas obras como hizo la falange. Como no tenían esta política unitaria en cuanto a películas se refiere, el gobierno no ejercía el control y era una simple productora más, que compartía actuación con otras iniciativas más radicales promovidas por organizaciones obreras.

La CNT y la FAI destacan especialmente en la producción cinematográfica. Para los cenetistas el cine era “el agente de propaganda más activo de la revolución proletaria”. Al estallar la guerra crearon su ‘Oficina de Información y Propaganda’ en la ciudad condal y produjeron el corto: Reportaje del movimiento revolucionario en Barcelona. 

La producción de la CNT estaba dividida en cuatro apartados: el de reportajes de guerra y retaguardia, el de películas de propaganda, el de filmes de complemento para acompañar a los largometrajes y el de películas de ficción. Destacarían de entre los largometrajes iniciales, los distintos avances bélicos de Buenaventura Durruti en Aragón. Los principales temas de las películas anarquistas fueron las experiencias libertarias, la lucha contra el fascismo y la defensa de la revolución social, como podemos ver en películas o documentales como:
El entierro de Durruti



Nosotros somos así: una extraña película anarquista. Es una breve película musical que habla de un niño rico que va descubriendo el proletariado.Se busca así el entretenimiento y el escapismo en medio de la crueldad de la guerra.



Las producciones Comunistas si respondían a un mando único y en 1937 iniciaron la Cooperativa Obrera Cinematográfica (COC) que reactivo la producción cinematográfica en Madrid que se había estancado. Los reportajes comunistas defendían al enemigo como una fuerza invasora y extranjera (nazis y fascistas italianos) y patrocinaban que los españoles debíamos luchar contra este invasor. Así surgieron obras como ‘Mando Único’ o ‘Por la unidad hacia la victoria’. En Barcelona fueron desapareciendo los grupos de filmación comunistas ya que la tendencia hacia un cine único, protagonizada especialmente por la productora Film Popular, no cuadraba con la desorganización que reinaba en la ciudad condal en ese momento. El ejército Comunista utilizó la propaganda para adoctrinar a sus tropas y concienciar a la población civil. También, como podemos ver en Frente a Frente reclamaban a las democracias extranjeras distintas ayudas que nunca llegaron.

Lo que más llama la atención de las producciones del Gobierno Republicano es que se ocupó él mismo de toda la cinematografía republicana, y que sufrió las idas y venidas de las distintas instituciones republicanas. Inicialmente la Sección de Propaganda del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes era la que se encargaba de las producciones fílmicas, pero cuando el gobierno tuvo que trasladarse a Valencia, el cine republicano pasó a depender del Ministerio de Estado.
Todos los cuerpos del ejército republicano tenían su propia sección cinematógrafa. Cabría destacar el documental titulado ‘España 1936’ que pretendía que Europa apoyase la legalidad republicana. También fueron importantes ‘Aurora de Esperanza’ y ‘Sierra de Teruel’ que fue una importante estrategia propagandística que pretendía romper el cerco del no intervencionismo después de los grandes desengaños militares. La película habla de un campesino que descubre el campo de aviación de los nacionales e informa a los republicanos, quienes mandan una cuadrilla de aviones. Uno de los aviones es derribado y todo el pueblo se une al rescate mostrando su apoyo a los republicanos.  


Como resumen general del cine de ambos bandos se podría decir que:
  • Los dos manipulan verbal y no verbalmente
  • Muchas más películas republicanas que franquistas
  • Respeto por los prisioneros
  • Simbología muy clara: Hoz y martillo, rojo y negro, campesinos, puños en alto, estrellas… (por el bando republicano). Águilas, mano en alto, cruces, valor de la familia, yugo y flechas… (por el bando sublevado). En la España nacional estos signos fueron más notables ya que estaban unificados.
  • Propaganda generalmente monótona y poco original.
  • La producción republicana fue variada y más libre, reproduciendo los conflictos y las ideologías que formaban el Frente Popular
  • La producción franquista fue más monolítica y predominó la ideología falangista, con pocos matices y de escasa calidad.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Canciones republicanas y nacionales

Durante la Guerra Civil española los combatientes de ambos bandos cantaban distintas canciones que ayudaban a seguir adelante, a subir la moral, a recordar los valores que defendían y a difundir su mensaje.

Canciones republicanas:

Himno de Riego



¡Ay Carmela!



La Plaza de Tetuán



En la Plaza de mi pueblo




 Canciones nacionales:

Cara al sol



Falangista soy



Isabel y Fernando



Novio de la muerte

sábado, 20 de noviembre de 2010

POETAS EN LA GUERRA CIVIL

 ¿De qué bando se situaron los intelectuales durante la Guerra Civil?. Tras el desarrollo de la cultura y de la educación que impulsó la Republica sería lógico pensar que los intelectuales estarían al lado de los antifranquistas durante la Guerra Civil. Pero no fue exactamente así.

LA POESÍA DE LA ESPAÑA REPUBLICANA:

“Pienso en España vendida toda
de río a río, de monte a monte, de mar a mar" (MEDITACION DEL DIA, Abril, 1937)

Este conciso fragmento de Antonio Machado resume la visión republicana de la guerra civil española. Se presentan así a los sublevados como la causa principal de la guerra, por su traición al pueblo, por su codicia y por su rencorosa frivolidad. Pero sobre todo por haberse vendido a la reacción Europea.

“¿Porqué estos militares rebeldes volvieron contra el pueblo las mismas armas que el pueblo había puesto en sus manos para la defensa de la nación? ¿Porqué, no contentos con esto, abrieron las fronteras y los puertos de España a los anhelos imperialistas de las potencias extranjeras?”.Yo os contestaría: en primer lugar, por los treinta dineros de Judas, quiero decir por las míseras ventajas que obtendrían ellos, los pobres traidores a España, en el caso de una plena victoria de las armas de Italia y Alemania en nuestro suelo. En segundo lugar, por la rencorosa frivolidad, no menos judaica, que no mide nunca las consecuencias de sus actos. Ellos se rebelaron contra el gobierno de los hombres honrados, atentos a las aspiraciones más justas del pueblo, cuya voluntad legítimamente representaban”.

Antonio Machado hace la guerra con su pluma. En un compendio de 63 obras en prosa y 22 en verso,  compuestas durante la Guerra civil, defiende la figura del intelectual, de los jóvenes y del pueblo y critica abiertamente el pesar que han dejado los fascistas a la sociedad.

Las publicaciones que recogían composiciones poéticas proliferaron en la zona republicana. Periódicos como “La Vanguardia”, “Hora de España” y “Servicio Español de la Información” fueron los más destacados. En ellas escribían autores como Machado, Cernuda, Prados, Miguel Hernández, León Felipe, Moreno Villa... Fue notable también la revista “El mono azul”, promovida por la Alianza de Intelectuales Antifascistas” y dirigida por Manuel Altolaguirre y Rafael Alberti.

Pero sin duda el mayor fenómeno de la poesía republicana durante la Guerra Civil es la abundante poesía popular difundida oralmente y a través de la radio, finalmente recogida por escrito: Romancero de la Guerra Civil (1936) y Romancero general de la guerra de España (1937)

Sobre la poesía que se escribió en los años treinta, Rafael Alberti expresó: “y la poesía tenía que ser otra, tenía que ser, sobre todo, comprensible, directa. Aquí hay un gran error de la gente que cree que la poesía de lucha, de resistencia es un arte menor. Pero la poesía, en este sentido, no tiene límites: tan bueno o tan malo puede ser un poema de amor como uno escrito para ser recitado en una fábrica”.

GALOPE
Las tierras, las tierras, las tierras de España,
las grandes, las solas, desiertas llanuras.
Galopa, caballo cuatralbo,
jinete del pueblo,
al sol y a la luna.
¡A galopar,
a galopar,
hasta enterrarlos en el mar!
(Rafael Alberti) 
 
Madrid, te muerden las faldas
canes de mala ralea,
vuelan cuervos que vomitan
sucia metralla extranjera.
Lucha alegre, lucha, vence,
envuélvete en tu bandera;
te están mirando, te miran;
que no te olviden con pena. 
(Manuel Altolaguirre)

Se trata de una poesía de combate, de “urgencia” que la llamó también Alberti. En ella se divisa un ánimo de convencer, de levantar a la gente a luchar por la causa republicana. Se intenta con ella difundir valores tales como la valentía y la justicia (más vale morir de pie que arrodillados), la unión que hace la fuerza (vínculo firme de hermanos), el porvenir que les espera si vencen (el mundo verá en nosotros su más brillante pasado), el amor por una ideología (con corazones sembrados,semilla roja seremos) o lo esencial que es la resistencia de Madrid para la victoria (Madrid, capital de Europa, eje de lucha obrera).

LA POESIA DE LA ESPAÑA NACIONAL:

Aunque en menor cantidad, también se compuso poesía en la zona nacional, publicada en algunas revistas como la falangista "Jerarquía" (en la que colaboraron Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Gonzalo Torrente Ballester o Pedro Laín Entralgo) y libros poéticos colectivos ("Corona de sonetos" en honor de José Antonio Primo de Rivera, con textos de Gerardo Diego, Manuel Machado, Eduardo Marquina, Eugenio d´Ors).

La ejecución del dictador José Antonio Primo de Rivera  fue utilizada como icono en la propaganda del movimiento nacional, presentando la imagen de líder honrodo y de mártir a manos de la República.

A la aurora, ya el Angel  derribado,
Cedía al vencedor su propio nombre
Y José Antonio se llamaba España
(Eugenio D´Ors)

y en la pomada de su nueva historia
la Patria inscribe ya tu nombre santo...
¡José Antonio¡ ¡Presente! ¡Arriba España! 
(Manuel Machado)

SEMBRADOR prodigioso de optimismo
sobre rutas rebeldes y desiertas,
anhelos infundió a las almas yertas
y descuajó cizañas de egoísmo.
 (Fray Justo Pérez de Urbel) 

Este último soneto presenta una intensa descripción del dictador, en ella se exaltan los valores tales como la fe, el amor a la patria, el heroísmo, la valentía...pero lo más relevante son sus palabras para describir lo que sería la figura de un dictador. Es un “sembrador prodigioso de optimismo” y “prodigio hasta el milagro de si mismo”, es decir más que una persona, un fenómeno único, increíble, capaz de resucitar almas “yertas” (tiesas, muertas); “un celeste mensajero vidente de la Patria” que llena a los perdidos y rebeldes de esperanzas, de fe, de fervor. Es alguien decidido, sin reparos, que acaba con los males como “el egoísmo y el homicida mental” (sus enemigos de otros ideales) de “su sendero” (sus tierras, su patria) y lo hace con valentía arriesgando su vida: “al fin cayó, pero su muerte es vida”.
Estaba en ti la historia tan crecida
y el dolor de la Patria tan presente,
que haciendo tu verdad más evidente
fuiste, por tus blasones, destruida.
(...)
Ciudad, por tu martirio merecido,
queremos solamente restaurarte
en la más alta realidad de España
(Luis Felipe Vivanco)

Este soneto relata el asedio al alcázar de Toledo por parte de las milicias frente-populistas y el “rescate” por parte de las tropas de Franco. La toma del alcázar de Toledo se había convertido en un símbolo para los franquistas por haber sido la residencia temporal de la Monarquía después de la reconquista contra los musulmanes. Toledo era historia, era arte y ahora se había convertido en la primera gran hazaña de los sublevados. Y esto había que relatarlo. Había que difundir que el alcázar de Toledo había sido liberado, que las raíces de la tradición y la patria habían sido recuperadas.

Sin embargo, no solo autores de esta zona expresaban su amor y su identificación con una ciudad que representaría a España entera. También los poetas republicanos tenían sus centros de ideología y los apoyaban abiertamente en sus escritos. Al comienzo de la guerra, Madrid se había convertido en un símbolo de lucha antifascista. Fue la capital republicana hasta Noviembre de 1936 cuándo muchos de los intelectuales se tuvieron que trasladar a Valencia.

Se podría decir entonces que los poemas de la Guerra civil son, en general, poemas urbanos. Se convierten las ciudades en testigos de la guerra. Por ejemplo, el poema que escribió Machado de homenaje a Lorca expresa “-¡Pobre Granada!- en su Granada...” o el poema titulado “Madrid frunce el ceño”.

Prensa y radio: dos armas más en la guerra

Tanto la España republicana como la España nacional utilizaron la prensa y la radio como importantes medios propagandísticos. Desde el comienzo de la guerra se impuso la censura y algunas publicaciones pretendían no sólo transmitir sus ideales sino también mantener la moral de las tropas y llevar a cabo su alfabetización.

La prensa de la España republicana se caracterizó por la gran diversidad de publicaciones, debido a que el propio gobierno contaba con multitud de partidos y organizaciones diferentes. Los intelectuales de la época fueron un importante elemento de propaganda: en 1936 se fundó la Alianza de los Intelectuales Antifascistas, y en 1937 se celebró el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Valencia. Escritores como Antonio Machado, Rafael Alberti o Max Aub participaron en periódicos y revistas literarias como Mono Azul, Voluntario de la Libertad y Hora de España. También existían diarios republicanos vinculados a empresas, como Heraldo de Madrid, El Sol, La Libertad, La Voz o El Liberal. 


 En la zona republicana se hallaban importantes emisoras de radio, tales como Unión Radio Madrid, aunque la abundancia de ideologías políticas dificultaba la propaganda. También debemos destacar la función de algunas emisoras europeas, como la BBC o Radio Moscú, que emitieron propaganda en español a favor del bando republicano.


 La España Nacional dispuso inicialmente de menos medios propagandísticos que el bando republicano. Sin embargo, a lo largo de la guerra fue aumentando su infraestructura. Para ello fue importante la creación del gabinete de prensa de la Junta de Defensa Nacional, que cambiaría su nombre por el de Oficina de Prensa y Propaganda. Se publicaron periódicos de información general como ABC en Sevilla, Diario de Navarra o Heraldo de Aragón en Zaragoza, además de otras publicaciones carlistas y falangistas. También aparecieron revistas como la Trinchera o Vértice. El público infantil contaba con tebeos y revistas especialmente escritos para ellos, como Flecha o Pelayos. Con la unión de falangistas (Flechas) y carlistas (Pelayos) también se publicó una sola revista: Flechas y Pelayos.   


 Para la difusión por radio se fundó en 1937, gracias a la ayuda alemana, Radio Nacional de España en Salamanca. También tuvieron una gran difusión las tertulias del general Queipo de Llano en Unión Radio Sevilla y un programa de humor que ridiculizaba a los republicanos: El miliciano Remigio, pa’ la guerra es un prodigio.

Más información: Universidad Complutense

viernes, 19 de noviembre de 2010

Arte: los pinceles que nos hablan de la guerra

Durante la Guerra Civil española el arte quedó relegado en muchos casos a la propaganda política. Gran parte de la creación artística  se basaba en la elaboración de carteles para la difusión de ideas de uno u otro bando. Sin embargo, también nos encontramos con artistas que, aunque muchas veces al servicio de una de las dos españas, continuaban pintando cuadros.

Joan Miró fue uno de esos pintores que combinaron la producción de cuadros con la de carteles. Realizó Aidez l’Espagne (Ayuden a España) para un sello postal. En el cartel aparecía un campesino con el puño en alto y se solicitaba una ayuda de un franco para el gobierno de la república. Otra obra importante de Miró en esta etapa fue El Segador, que representaba a un campesino catalán que sujetaba una hoz en actitud revolucionaria. El Segador desapareció al finalizar la Exposición Internacional de París de 1937. 

Ayuden a España. Miró.


Para esta misma exposición se solicitó al pintor Pablo Picasso la elaboración de un gran cuadro para el pabellón de la República española. Este cuadro que todos conocemos es el Guernica, que hemos utilizado como imagen de cabecera para este blog. El cuadro aludía al cruel bombardeo que tuvo lugar en la población vasca del mismo nombre por parte de los aviones alemanes al servicio de los franquistas. Un guerrero descuartizado de cuya espada rota nace una flor, una madre que llora a su bebé muerto, un caballo agonizante y otros personajes angustiados por el sufrimiento. Todo ello contado a través de un lenguaje cubista en el que sólo una bombilla y una lámpara ofrecen un leve signo esperanzador entre la oscuridad del blanco y negro. Se trata por supuesto de arte político, pero si nos paramos a observarlo sin saber sobre su contexto, el cuadro alude a los horrores de la guerra en general, sin ensalzar a uno u otro bando. Picasso también realizó grabados durante la guerra, como Sueño y mentira de Franco, que satirizaba y criticaba la figura del general.

Sueño y mentira de Franco. Picasso.



Frente a las tendencias políticas de Picasso nos encontramos con las de Salvador Dalí. En 1936, Breton expulsó a Dalí del círculo surrealista por sus tendencias fascistas, además de por otras razones artísticas en las que Dalí era contrario al movimiento. Se convertía de este modo en uno de los pocos intelectuales que apoyaron a Franco durante la Guerra Civil española. En 1936 pinta Premonición de la Guerra Civil, una obra que recuerda a las pinturas negras de Goya, también relacionadas con la guerra, aunque en este caso la Guerra de la Independencia. Dalí pintó el cuadro seis meses antes del estallido de la guerra, y en principio llevaba por título Construcción blanda con judías hervidas. Al parecer el estallido de la guerra le parecía inminente. En su cuadro España se reconoce la figura de una mujer apoyada en una cómoda de la que cuelga un pañuelo rojo. Al fondo, aparecen imágenes de luchas en un escenario que recuerda a un pueblo español.
Premonición de la Guerra Civil. Dalí.

 En 1938, Dalí pinta El enigma sin fin. Se dice que pintó este cuadro en un momento de crisis ideológica: sus simpatías por el bando franquista contrastaban con las ideas del resto de surrealistas, su compañero García Lorca había sido asesinado y su hermana había ido a la cárcel.

 En cuanto a la escultura debemos destacar la figura de Julio González. La Montserrat es una de sus obras más conocidas. Representa a una campesina en posición desafiante que sostiene con un brazo a un niño y con la mano contraria una hoz. El artista realizó después varias adaptaciones de esta obra esculpiendo únicamente el busto de la campesina: un rostro de sufrimiento y dolor con un típico pañuelo campesino. 


La Montserrat. Julio González
La Montserrat (posterior adaptación). Julio González.


Tras esta pequeña selección de autores se esconden otros muchos artistas nacionales e internacionales que utilizaron sus pinceles para hablarnos de la guerra: Maruja Mallo, Óscar Domínguez, Magritte... entre los españoles, la mayor parte de los artistas parecieron comprometerse con el bando republicano, lo que hizo que pasaran años exiliados.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Guerra Civil: La mujer en carteles.

La mujer en la guerra civil jugó un papel muy diferente en la España sublevada que en la republicana, y esto quedó marcado en los diferentes carteles propagandísticos, algunos de los cuales vamos a analizar a continuación.


En la guerra civil española, en el bando republicano fueron llamadas a combatir en el frente una serie de mujeres a las que se denominó “milicianas”. Esto se debió a la necesidad de combatientes que experimentó la República frente al alzamiento de los sublevados y inicialmente fue una especie de acción desesperada e improvisada para que los alzados no ganasen la guerra. El número de milicianas no fue muy alto, pero llegaron a convertirse en un mito bélico. Actuaron tanto en el frente como en la retaguardia, pero más en esta, llevando a cabo los trabajos que los hombres habían abandonado para combatir en el frente.

La figura de la miliciana pasó por dos etapas fundamentales. Primero la de mitificación, llevada a cabo principalmente por los dirigentes de la república y después la de desprestigio.
            à Mitificación: Las milicianas fueron un gran referente para las distintas organizaciones izquierdistas de toda Europa justo antes de la Segunda Guerra Mundial. En realidad las milicianas solo estuvieron unos pocos meses combatiendo en el frente pero aún así, son estudiadas con detenimiento como parte relativamente significativa de la Guerra Civil. Las milicias no tenían un orden concreto y jerárquico como el del ejército y no respondían a líderes. Por ello era más fácil la entrada de mujeres, que fueron reclutadas por distintas organizaciones de comunistas o anarquistas cuando aún eran jóvenes. Las milicianas estaban inspiradas por distintos motivos, ya fuese venganza por la muerte de algún familiar o por convicciones e ideales de lucha propios. En más de una ocasión luchaban en el frente junto con sus novios, sus maridos o incluso sus hijos. La España republicana utilizó a las milicianas inicialmente como un instrumento de propaganda calificándolas como “Heroínas de la patria” y representándolas en diversos carteles. El objetivo era convencer a los hombres para que combatieran imitando el patrón de sus compatriotas mujeres.



            àDesprestigio: En el momento en que se dejó de considerar a las milicianas como un arma necesaria empezaron a desmitificarlas y a dejarlas apartadas en la retaguardia, con frases como “Hombres al frente, mujeres a la retaguardia”. Inicialmente este traspaso del frente a la retaguardia mantuvo el concepto de Heroína, pero que ahora trabajaba en segundo plano, pero con el mismo fin. Más tarde este concepto de heroína desapareció y empezó la desmitificación. En las zonas sublevadas se conocía a las milicianas como todo lo contrario a la mujer ideal, que abandonaba a sus hijos para ir al frente, y aquellas que fueron capturadas fueron duramente reprimidas. Para poder argumentar que las milicianas se retiraran del frente se expusieron motivos como que estaban poco preparadas o que eran muy efectivas en la retaguardia, curando heridos, llevando comida, etc. Pero especialmente, el motivo que desprestigió a las milicianas fue su vinculación a la representación de la prostituta. Se promulgó el rumor de que transmitían enfermedades venéreas entre los combatientes del frente y en la España sublevada empezaron a unificar el concepto de miliciana con el de prostituta. Es cierto que algunas mujeres que combatían fueron anteriormente prostitutas pero la generalización fue excesiva ya que también hubo mujeres que fueron importantes combatientes y la desmitificación de las mismas fue demasiado repentina.



En la España sublevada las mujeres tenían la mitad de la importancia que en el republicano. Para la mujer franquista los dos valores principales fueron el hogar y la familia, y también ayudaron como asistentes curando heridos de vez en cuando. Los únicos que le dieron importancia relativa a la mujer fueron los falangistas que permitieron la creación de una sección femenina que contó con más de 2000 afiliadas. Esta sección se dedicó a organizar grupos de enfermeras y a encargarse de los huérfanos mientras los hombres combatían. Para ganar la guerra se unificaron las tareas femeninas y las afiliadas aumentaron hasta las 250.000, aunque eran llamadas únicamente para “tareas puramente femeninas” como resolver la situación angustiosa de huérfanos y familias rotas. También organizaban talleres y almacenes, como los lavaderos que había en el frente, o encargarse de los abastos de ropa para los combatientes. Las mujeres más veteranas de la sección llevaban a cabo distintos cursos de urgencia que instruían a las nuevas enfermeras por la gran demanda que la guerra provocaba. Por ello, se distribuyeron las funciones femeninas entre la ‘Sección femenina’ que eran quienes movilizaban y formaban a las nuevas mujeres, la ‘Delegación de Frentes y Hospitales’ que cubrían los auxilios médicos en el frente, y el ‘Auxilio social’ que era de carácter benéfico y albergaba a niños huérfanos o lisiados. Todas las mujeres de la España sublevada que tuviesen entre 17 y 35 años tenían que prestar servicio a alguna de estas funciones durante 6 meses como poco. Además, a las niñas a partir de 10 años ya les inculcaban los valores de la mujer, y sus funciones en la vida y durante la guerra.



La diferencia entre unas y otras fue principalmente la organización y la lucha. Las mujeres milicianas republicanas luchaban, y las sublevadas no, pero estas tenían un orden, estaban divididas en secciones y cada una cumplía su función específica, en cambio las republicanas simplemente cogían un arma e iban al frente, y si no se mantenían trabajando en la retaguardia.
Como dijo Jacques Anatole El arte de la guerra consiste en ordenar las fuerzas de tal modo que no puedan huir” así quien sabe, quizá ahí esté la clave.